Confesor
Julio 2

Etimológicamente significa “corazón de oro”. Viene de la lengua alemana.

¿Será esta llama de amor solamente un pálido resplandor? Lo asombroso es que resplandece siempre. Muy interior, esta llama permite atravesar las largas noches apenas iluminadas.
"Cuando nuestros labios están cerrados y nuestra alma está abierta ante Dios, nuestro corazón habla a Dios".

Bernardino fue un confesor del siglo XVI. Entre los patronos del la ciudad italiana de Leche se encuentra este padre jesuita.

Tenía más de 80 años cuando las autoridades civiles fueron a pedirle que tomara la ciudad la ciudad bajo su protección.

Lo conocían muy bien pues llevaba en Leche cuarenta años.. Había nacido en Darpi, y la primera parte de su vida transcurrió en Emilia
Se llamaba así en honor del santo de Siena.

Había estudiado en Bolonia y terminó brillantemente los Derechos civil y canónico.
Usaba bien tanto la inteligencia como la espada. Trabajó de abogado en varias ciudades italianas.
Las horas libres las dedicaba a comentar al poeta latino Cátulo.

No obstante, no dejaba de pensar en su mundo personal. De estas reflexiones interiores ante Dios, vio claro que su puesto estaba en la Compañía de Jesús.

Lo ordenaron de sacerdote. Y enseguida, dada su preparación anterior, lo nombraron maestro de novicios, él, por su parte, no quería ser sacerdote, sino simplemente lego o hermano.

Pasó en Leche la otra mitad de su vida confesando a los fieles y predicando la Palabra de Dios. Venían de toda Italia. Murió el 2 de julio de 1616. El pueblo lo llamó santo.